Si quiere trabajo, y bueno, prepárese en turismo

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Antes la hotelería y turismo era vista en Colombia como una profesión de bajo perfil.

“Después de graduarme en mayo pasado de administradora de empresas, con énfasis en dirección hotelera y emprendimiento, tuve cuatro ofertas de empleo y actualmente trabajo como capitán del restaurante principal de un prestigioso hotel en Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos” cuenta a EL TIEMPO Ana María Vélez Manjarres, una colombiana que estudió en Le Roches, Suiza, una de las carreras con más futuro en el mundo.

Tras terminar su bachillerato en Bogotá, Ana María empezó a buscar una carrera que le ofreciera la posibilidad de obtener un buen empleo al graduarse y su hermano, quien trabaja en un banco en Canadá, le habló de las grandes oportunidades de la combinación entre administración de empresas y hotelería u hospitalidad (traducción de hospitality utilizada en varios lugares).

Y es que antes, la hotelería y turismo era vista en Colombia como una profesión de bajo perfil, a la que ingresaban quienes no pasaban en otras carreras o no querían estudiar mucho.

Actualmente la realidad es bien distinta. La industria de turismo y servicios se ha convertido en el segundo empleador a nivel mundial, después del gobierno. Al punto que cada 2.5 segundos se crea un nuevo empleo en este sector en el mundo.

Según la Organización Mundial del Turismo (OMT), durante el 2013 se generaron alrededor de 4.7 millones nuevos trabajos como resultado de la actividad de viajes y turismo y actualmente el sector cuenta con alrededor de 328 millones de empleos en el mundo.

Una amplia gama de posibilidades

Prácticamente todo envuelve el sector de turismo y hospitalidad. En el sector hotelero hay trabajo en todos los departamentos de un hotel, las oficinas corporativas, resorts, además de los restaurantes y bares.

En el sector de entretenimiento hay posiciones en casinos, parques temáticos, clubs privados y conciertos. En entrenamiento educativo, hay posibilidades en las escuelas de administración hotelera, además de las instituciones investigativas del sector.

En la industria de alimentos también hay empleos en las compañías que procesan, producen y distribuyen comida. Las oportunidades también se presentan en el sector de salud y bienestar en centros, spas, clínicas y hospitales, además de establecimientos de atención especializada, como las casas de retiro.

Las ventas y el mercadeo también buscan profesionales de este sector para emplearlos en el manejo de eventos –artísticos y deportivos-. Medios de comunicación, oficinas de relaciones públicas (recuerde que son expertos en el manejo del cliente) y agencias de comunicación también son fuentes de trabajo.

Obviamente en el sector turístico hay muchas opciones de empleo, en oficinas y ministerios de turismo, en agencias de viajes, con los operadores de tours, en compañías aéreas, ferroviarias y marítimas, como los cruceros, por ejemplo.

Cada vez más compañías contratan profesionales provenientes de este sector para sus departamentos de recursos humanos y entrenamiento.

De igual manera, otros sectores y empresas de servicios también generan opciones de trabajo, como bancos, compañías de seguros, oficinas de bienes raíces, negocios internacionales y el campo diplomático.

Para cubrir una gama tan amplia de posibilidades de empleos, una universidad como la de Glion en Suiza (top 3 en el mundo) ofrece carreras en administración de empresas y manejo de hoteles, con énfasis en desarrollo sostenible en turismo, finanzas en bienes raíces, recursos humanos y ventas y mercadeo.

Además, para quienes se quieran dedicar a eventos, deportes y entretenimiento (Event, Sport, and Entertaiment-ESE) Glion cuenta con programas en administración de empresas en el manejo de ESE, además de programas individuales para cada uno de ellos.

De igual manera, ofrece programas para post graduados y masters, como un MBA online en hotelería internacional y manejo de las industrias de servicios, que dura dos años y medio.

La clave: El servicio

Ana María sostiene que como todo, quien se dedique a esta carrera debe tener una gran vocación de servicio. “Es clave adaptarse a distintas culturas, porque nunca se sabe dónde se va a trabajar, además usualmente los compañeros tienen muchas nacionalidades, por lo que hay que ser muy respetuoso y tolerante con ellos”.

Otra ventaja, además de viajar y conocer el mundo (si se trabaja en una cadena de hoteles hay tarifas reducidas para los empleados y sus familias), es el de aprender otros idiomas, además de inglés, que casi que es obligatorio en esta profesión, Ana María aprendió francés mientras estudiaba su carrera.

Según la joven colombiana a la hora de escoger un programa en turismo es muy importante tener en cuenta varios aspectos. El currículo, la reputación y que la universidad tenga una fuerte conexión con la industria turística, que le permita a los estudiantes acceder a prácticas desde los primeros semestres y después tener varias ofertas a la hora de graduarse.

“Yo tuve la suerte que en Le Roches, además de ser un hotel-universidad, tenemos la opción de escoger los internships que queremos hacer, casi que al empezar. Lo que nos da una gran experiencia. Por eso, cuando nos graduamos, nuestros primeros empleos usualmente son en un nivel mediano y tenemos varias ofertas en la mesa”, cuenta Ana María.

Lo cierto es que las perspectivas no podían ser más halagüeñas. Un estudio de la OMT sostiene que el número de turistas en el mundo aumentó en 4,6 por ciento en los primeros seis meses del 2014, respecto al mismo periodo del 2013. Además, se espera que la economía de este sector crezca sostenidamente con una tasa anual del 4%.

Y aunque Colombia aún no sea aún una potencia turística, sus números son muy alentadores. En el 2013 se crearon 457 mil empleos en el sector y si todo sigue como va, es probable que se llegue al objetivo del gobierno de cuatro millones de turistas al terminar el 2014.

Por lo pronto, Ana María va a seguir ganando experiencia en Abu Dhabi, pues su sueño a mediano plazo es regresar a Colombia y abrir un restaurante con su papá en Villa de Leyva o Barichara, en Santander, por lo que hizo énfasis en emprendimiento.

ANA MARÍA JARAMILLO
Para EL TIEMPO
MIAMI